A pesar de que el pato es, desde 1953, el deporte nacional de la Argentina, son pocas las personas que conocen su historia. Es un juego que se practicaba ya en la época de la colonia. En sus inicios se jugaba mayormente en la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Salta, Santiago del Estero, Corrientes y Entre Ríos. Hoy, luego de más de 400 años de una historia cargada de prohibiciones y controversias, son muchas las diferencias que se pueden señalar respecto al juego en sus orígenes.
Para jugarlo se mataba a un ave doméstica, por lo general se trataba de un pato, de allí viene su nombre, y se la colocaba dentro de un trozo de cuero . Se formaba así una pelota, a la que se le cosían tres o cuatro manijas de cuero torcido de las cuales los jugadores se aferraban en el juego.
El “pato” fue sustituido por una pelota blanca de cuero, con cámara neumática y seis asas. Su diámetro, de extremo a extremo, es de 40 cm. Su peso máximo es de 1250 g.